Taylor Swift y Calvin Harris lo han dejado (lo sé, un drama, estaba allí) y, sinceramente, petits, yo estoy un poco como «El rey ha muerto, ¡viva el rey!» (que no sé si lo sabéis, pero la parte de el rey ha muerto era para el rey que palmaba, obviamente, y el ¡viva el rey! era pa’l siguiente). Porque evidentemente detrás de este llegará otro, lo sé yo, lo sabes tú y lo sabe Taylor, y eso está muy bien. Porque yo lo de que esto se iba a acabar ya os lo avisé en este post con esta profética fotografía. Y oye, ni tan mal. La humanidad lleva sobreviviendo a sus rupturas desde tiempos inmemoriales.
Y es que está la gente revolucioná’ comparando a Tay (que yo la llamo así porque somos colegas, de hecho a mí también me llamó para el vídeo de Bad Blood, pero es que estaba ocupada ese finde) con Jennifer Aniston o con Chenoa, ¡con Chenoa, tía! Por favor, si Chenoa hubiese tenido la mitad del talento de la Swift habría amortizado su ruptura con Bisbal, no me
jodas. Pleno 2016 y no levanta cabeza. En fin, que a mí lo que me parece raro es que no se la esté comparando conmigo, la verdad, si somos como dos gotas de agua. Pues no llevaré yo años haciendo lo mismo que ella pero en lugar de canciones, escribiendo posts. Cada vez que lo dejo con un tío escribo un exitazo. Igualica que ella, vamos. Claro que lo mismo el tema es que para lo suyo además de mala suerte hay que tener talento de verdad, y yo solo tengo la mala suerte (y un poqui de gracia, tampoco me voy a quitar el mérito de eso, hombre, por favor).
Ya está la exagerada. A ver, igual nos estamos viniendo un poco abajo con esto ¿no? Quicir, tal como yo lo veo esto es un claro ejemplo de los guapos con los guapos y los feos con los feos. Que a los guapos (ricos y famosos) no les haya funcionado no quiere decir que tu Rafa y tú no lo vayáis a conseguir, ¿sabes? Que no pasa nada, que tampoco es como si tu chico fuese un dj famoso viajando por ahí (o no sé, lo que quiera que haga Calvin Harris con su vida, que aparte de la canción esta con Rihanna, que me tiene osesioná’, no sé lo que hace el muchachito. Plantarle olivos en el patio trasero a la Taylor ¿no?), y que la distancia se lleva mejor cuando el otro es feo, de verdad, no tienes de qué preocuparte.
De todas formas, petits, a mí todo esto solo me deja con un pensamiento bastante angustioso, la verdad: Si yo soy la Taylor Swift de la blogosfera y Taylor Swift es la Chenoa del cantar bien, ¿seré yo la Chenoa de la blogosfera? Porque yo no quiero ser Chenoa. Nadie quiere ser Chenoa. ¡Ni siquiera Chenoa quiere ser Chenoa! Mierda.💩