

17:00, un chico muy mono te ha invitado a salir esta noche. No le conoces mucho pero es que es muy mono, te han hablado bien de él y te ha dicho que si vais a tomar algo. Algo informal, «Hay un sitio de tapas cerca de mi casa, ¿te apetece?» te dijo ayer, y le dijiste que sí. Hasta aquí todo normal.
«Las 17:49, he quedado a las 22:30, yo creo que ya es hora de que me vaya arreglando». Lo twitteas porque te ha hecho gracia por lo exagerado que es pero ya vas pensando el modelito que te vas a poner. Miras en Lookbook a ver si te inspiras. Resulta que no. Y empieza el circo:
—Mamá, ¿qué me pongo?
—Papá, ¿qué me pongo?
—Chicas, ¿qué me pongo? (En todos los grupos de Whatsapp que pillas, importantísimo)
Cuando crees que es una hora decente para ir arreglándote (las 20:15, porque has quedado a las 22:30 y no es ni muy pronto, no vaya a ser que el pelo se te estropee; ni muy tarde, no vaya a ser que no te dé tiempo a maquillarte dos veces) te metes en la ducha a ver si se te ocurre algo que llevar.
¿Estreno la camisa de gasa negra?
Sales, te secas el pelo. Sacas los pantalones blancos ceñidos, dicha camiseta negra, te lo pruebas con todos los accesorios, mandas fotos por Whatsapp, se lo enseñas a tu padre (porque en mi casa es quien da el visto bueno, que es un hombre con mucho gusto y el único hombre, vaya) y te dice que bien.
Te lo quitas todo.
El vestido negro no, que es lo que llevaba cuando nos conocimos, el otro negro tampoco porque va a pensar que es el mismo. ¿Vaqueros? Demasiado informal, ¿qué me pongo si hay una segunda cita?
Lo mismo el tío acaba siendo gilipollas, pero tú prevés un posible segundo y tercer conjunto POR SI ACASO, sin tener todavía el primero.
Madre mía, media hora en bragas frente al armario.
Segunda o tercera prueba de ropa de la tarde.
—Como siempre, Jessi, ibas más guapa con lo primero que te has puesto. (Tu padre, que te dice SIEMPRE lo mismo, pero tú te pruebas 15 cosas más porque eres especial).
Vuelves al primer conjunto, coño-papá-tenías-razón-esto-mejor, te maquillas, te arreglas el pelo, preparas el bolso. Mensaje de tu cita:
—¿Cómo vas?
—Terminando de arreglarme. (Que puede ser más o menos cierto. En este caso es mentira, lo sabes tú, lo sabe tu padre y en algún momento lo sabrá él también).
—Salgo ya de casa, te recojo en 15 minutos.
Te da un ataque de pánico; te recompones. Te echas una tercera capa de rimmel (porque nunca es demasiada máscara de pestañas y esto es así). Sacas las llaves, coges el móvil, el bolso, te miras tres veces al espejo por todos lados, y sales de casa.
Y ahí está él, guapo-guapísimo, apoyado en el coche, con unos vaqueros, una camisa y un jersey; se acerca a darte dos besos y coño, ¡eres más alta que él! Drama, te has pasado con los tacones.

P.D.: No confirmaré ni desmentiré que esto lleva en borradores casi un año.
P.P.D.: Ni que se trate de la primera cita que tuve con el abogado (a.k.a. Kevin Bacon).
P.P.P.D.: Que tengo cosas que contaros sobre él, por cierto.
7 Comentarios
Jajaja, que mítico.
jajajajaja la de veces que me ha pasado, me maravillo pensando que hay mas gente como yo…..de decir, es que tengo que ir a comprarme ropa aunque tu armario este repleto y a punto de estallar jajajaja, especialmente me siento identificada con la imagen «en bragas delante del espejo» jajaja Por cierto, que es esa monada de lunares que sale en tus fotos??? te la quiero ver puesta ya (soy una obsesa de los lunares, nada mas jaja). Un besazo Jessi :*:*
http://caprice-by-elirosu.blogspot.com.es
Hola guapi!
Pues yo con los años (ya son 30 y en una semana 31) ya he aprendido la lección de que cuanto más intentas arreglarte peor, cuanto más «tu» mejor. Aunque es inevitable esos nervios de la primera cita y de que ponerte. Las bragazas de abuela o el tanga sexy, el vestido destroyer o algo más inocente. Es cierto que el primer vistazo crea una imagen de nosotras mismas, y debe expresar exactamente lo que somos. No queremos que piensen lo que no es! Pero aun así… la media hora en bragazas o tanga frente al armario decidiendo… no nos la quita nadie!
Ally
Hola: muy bien detallado el momento de elegir el estilismo de esa primera cita…por experiencia cuanto más natural vayas más éxito tendrás…
Incontables que son las veces que me pasa esto eh…asi que como tu me dejas con la intriga de cuando y con quien ocurrió este yo te dejo con la intriga de cuantas veces semanales no se qué ponerme jajajaja pista: dejemoslo en que decir cada día es mucho decir, pero decir una vez a la semana es poco vale?(así mi cache de egoblogger no se ve demasiado dañado jo jo jo, caché…que poca vergüenza tengo…! ^_^ )
Un besote!!!! espero ansiosa mi próximo atracón de tus posts!!! :D
Jajajaja, cuanto tiempo sin tener una primera cita y que nervios, me alegro de estar casada con mi Mari aquí conmigo en el sofá y enviamos lo dos, jijijijij
Jajajajaja como me suena todo lo que has escrito :) A la hora de arreglarme soy una autentica tardona y da igual que sea LA CITA o una salida a cualquier sitio con las amigas, soy muy lenta y tardo mucho jijiji Pero cuando se trata de la primera cita esto se eleva al máximo nivel y mi indecisión llega a límites insospechados! Como siempre genial Jess, pasarse por tu blog es uno de los momentos de desconexión del día.