Hoy se cumplen 9 años desde que me abrí el blog. 9 años, petites, eso es muchísimo tiempo.
ESTABA AHÍ
CUANDO NACIERON LOS EGOBLOGGERS
Yo estaba ahí cuando Chiara Ferragni y Andy Torres acababan de empezar y subían sus fotos a blogspot, cuando Collage Vintage eran dos, y en Lovely Pepa salía todavía el perro de Alexandra. Cuando nació el fenómeno egoblogger (padre fundador de lo que ahora son las influencers) y los periodistas se tiraban al cuello de las blogueras al ser invitadas por primera vez a la semana de la moda.
CUANDO EMPEZARON A COLABORAR CON MARCAS Y GANAR DINERO
Cuando la primera colaboración marcas-blogueras con la sudadera verde de Kenzo que tenían ABSOLUTAMENTE TODAS, y cuando los Rockstud de Valentino eran oficialmente los zapatos de las egoblogueras. En aquel entonces cuando dos egobloggers se hacían una foto con el mismo bolso de Zara, este se agotaba en las tiendas. La mitad de ellos, comprados por otras egobloggers para hacerse la foto de rigor, que luego devolvían con la etiqueta puesta. Por Dios, ¡si hasta salía en las noticias! Las blogueras yendo y comprando kilos y kilos de ropa en una tienda y volviendo a devolverlas tal cual a la semana siguiente. Incluso había webs dedicadas a rescatar y compartir esas fotografías en las que a las blogueras se les veían las etiquetas de las prendas; porque en aquel momento el problema no era que se retocasen fotográficamente para parecer más altas/guapas/bronceadas/delgadas sino que pareciese que tenían un armario cual agujero negro, cuando el resto de mortales no nos lo podíamos permitir. (Joder, era la época de la crisis).
CUANDO LAS REDES DE BLOGS
También estaba ahí, aquí, cuando todavía se dejaban comentarios en los blogs, de hecho cuando esa era la forma de comunicarte con otras blogueras y así se hacían amigas. Y cuando nació el te sigo – me sigues con seguidores de blogspot, que eran los que importaban en ese momento, y se hacían redes de blogs (que así conocí yo a mi novio, señores).
Y también cuando todo el mundo se abrió un blog porque a las blogueras les regalaban cosas y tú también querías que te regalasen cosas. Cuando dejó de ser una cosa de nicho y hasta tu abuela tenía un egoblog (porque blogs de escribir tu vida y tus cosis había desde mucho antes). Cuando empezó a dar vergüenza entrar en la blogosfera, porque la cosa estaba fatal con gente haciéndose fotos ridículas.
CUANDO LAS EGOBLOGUERAS SE HICIERON INFLUENCERS
Luego llegó Instagram. Y las egoblogueras lo hicieron grande. Porque esto es así, petites, Instagram tal y como lo conocemos ahora lo pusieron de moda Chiara y compañía, que dijeron «Ey, seguidme por aquí, que subo fotos todos los días» y ya nadie volvió a visitar su blog nunca más.
El nacimiento y declive de las egoblogueras, estaba ahí mientras pasaba. (Al fondo, detrás de un arbusto, lejos de la fama y el dinero, pero estaba). Estaba cuando todavía se leían los blogs y se escribía sin pensar en el posicionamiento de Google.
ESTOY AQUÍ
Y 9 años después aquí sigo. Al otro lado de una pantalla que cada día lee menos gente, recordando los viejos tiempos como si fuese el abuelo Cebolleta. Y eso solo pensando en lo que pasaba alrededor mientras yo jugaba a las casitas aquí dentro y rehacía veinticinco veces el diseño del blog. ¿Cuántas relaciones mías habéis conocido? ¿37 quizá? Me habéis visto irme de Erasmus, volver, encontrar mi primer trabajo, hacerme youtuber, crossfitera, emanciparme, hacerme minimalista, ecologista, feminista, ilustradora. (Joder, ¿seré yo la Barbie bloguera? ¿Con cuántos más accesorios vengo?) Me he hecho mayor entre estas cuatro paredes digitales y me alegro muchísimo de haberlo compartido con vosotras.
Muchas gracias, petites mías, por estos 9 años y por los que vengan.