Disneyland Paris, it’s magic!

A ver, parad aquí, mirad bien esta foto. ¿Ya? Ajá. Bien. Prosigamos…

¿Cuantísimo me puede gustar esta fotografía? En serio, es terrible, la utilizaría para absolutamente todo. ¿Me dejarán usarla cuando me renueve el DNI? Ojalá sí.

Bueno, pues si algo bueno tiene París (porque visto lo visto, los parisinos no son el punto fuerte de esta ciudad) es Disney. ¡Ah! ¡Qué maravilla! Podría vivir allí. De hecho, ahora que me he sacado el abono anual, puedo. (Os vais a jartar de fotos de Disney, pero es que it’s magic!) No es precisamente la primera vez que voy (es la quinta, después de la tercera empecé a sospechar que mis padres no nos llevaban solo porque fuésemos mi hermana y yo) así que creo que ya puedo daros el mejor consejo que os pueden dar antes de ir a Disneyland París: Ojo con cagarse en los niños de los demás. Me explico: el porcentaje de españoles en este parque temático es de aproximadamente el 75% (lo mismo es el 50, pero es que hay muchísimo francés que habla español) así que cuidadito cuando hables de ese niño del demonio que se ha puesto tres veces en medio de tu foto, te ha pisado un pie y está montando la de Dios porque no quiere hacerse una foto con Mickey. Que ya me diréis qué clase de monstruo hay que ser para no querer hacerte una foto con Mickey, POR FAVOR.

¿No tengo unos amigos EXAGERADAMENTE guapos? No sabéis qué presión ir con ellos a ningún lado, de verdad, no lo sabéis. (Y también tienen un blog: Intereotipos. Las fotos también son suyas.)