(Alguien ha terminado el máster y tiene una becaria superlovely en la oficina y se puede coger vacaciones por fin y volver a escribir en el blog y esas cosas. Alguien as in que soy yo, vamos).
Yo sé que estamos en octubre, petits, y que la gente ha vuelto ya hace dos meses de vacaciones, pero soy de esas pequeñas personas especiales que se han quedado currando en agosto como unas esclavas y ahora se van a coger una triste semana a disfrutar del no-sol que hace en ninguna parte ya.
(¿Qué tal? ¿Cómo estáis? ¿Me habéis echado de menos? Yo a vosotros sí, ¿habéis visto qué monino está el blog? El footer es superchachi. ¿Y mi nuevo emoji? Pues ea).
Total, que me voy una semana y es la primera vez que me voy a ningún sitio más de dos días desde que me emancipé y que QUÉ COÑO HAGO CON MIS PLANTAS PO FAVOH, PETITES. Se me van a morir, se me van a morir fijo, me voy 10 días y la van a palmar. Ya puedo imaginarme volviendo a casa a un paraje desolador, todo seco y mustio, arrastrándose por el suelo.
Eso o una puñetera selva, que al ritmo que crece mi monstera no lo descarto.
Así que eso, que estoy en pánico total porque no sé qué voy a hacer con ellas. Los aloes sobreviven seguro, pero ¿y mi bebé? (Una peperomia obtusifolia del Ikea, que era tan pequeña que parecía un bebé y la llamo así y me acabo de enterar de que se llaman baby rubber plants y me parece TAN cuqui). ¿Y mi pobre bebé pequeñito y tierno? ¿Y mi monstera? Que necesitan agua todos los días, por Dios. Honestamente, he pensado en llevarme al bebé de viaje, pero la monstera es imposible (porque estamos en el punto de tener que comprarle su propio asiento) así que ya me diréis qué hago.
¿Me la juego y las dejo una semana a su aire? ¿Les pongo un cordoncito hasta un barreño? ¿Hago una encuesta en Instagram Stories, no vaya a ser la única que no haga esas cosas? Votemos.
En fin, petits, nunca habría pensado que una planta sería tanta responsabilidad, pero es que QUÉ PUÑETERO AGOBIO. Es como tener un perrito. Bueno, mucho mejor que un perrito porque no se te mean en el sofá ni te muerden los zapatos. Plantas for the win.
P.D.: En realidad, al pollactus no hay que cuidarle porque ya ha muerto, pero bueno, es que era muy guay. Y tenía un flamenco.
P.D.2: Update, que ya he vuelto, que están vivas. A la mosntera le ha salido una hoja y to’.