Oficialmente ya hace seis meses que no compramos ni ropa ni libros. Ha habido alguna excepción por el camino, pero de momento todo bien.
Ecologismo
«Estos son mis principios y si no te gustan, bueno, tengo otros».
Groucho Marx
Petites, se me están haciendo bola mis principios (diría que tanto que parecen finales, pero suena muy melodramático y tampoco me paga Netflix por darle material para las series).
Zara ha decidido que este año es el año de las faldas midi (mi cosa más favorita del mundo) y ha sacado 238.549 modelos monísimos y estupendos todos. Año en el que vosotras igual no os acordáis, pero yo sí, he decidido no comprar nada.
Lo sé porque he hecho algo que no hago este año que no compro: meterme en la web de Zara. Craso error. Inocente de mí me metí porque vi una foto en una web de una chica con una falda muy bonita y oh sorpresa, oh dolor, oh campos de soledad, mustio collado era de Zara. Mi esperanza era que la falda fuera de otro año o estuviera agotada, o que, básicamente, esta temporada fuera una absoluta mierda pinchada en un palo. Pero no. Es bonita y la quiero, porque no he dejado de querer cosas.