Erasmus

¿Cuánto me juzgáis si os digo que esa cerveza que tengo en la mano se compró a las 9 de la mañana y se bebió antes de las 11? Mucho antes. (De la nacionalidad de la marca de la misma ya ni hablamos).

Estar de Erasmus, o bueno, estar terminando el Erasmus es MUY DURO. Sobre todo cuando la gente se empieza a marchar y tú eres el ultimísimo mono en irse. Así que haces cosas de este tipo:

7:30 de la mañana, recién levantada, haciendo tus cosas (early bird), oyes que gritan tu nombre por la ventana. Te asomas y ahí están Emma y Alex (los de LA conversación) mirándote desde abajo, que acaban de volver de fiesta y que si os vais a Champs de Mars a echar la mañana, que no tienen sueño.
Y, bueno, pues te vas. Te miran de aquella manera en el súper cuando vas a comprar la cerveza, pero vas.
Porque cervezas a las 9 de la mañana, sí, pero he visto el Roland Garros delante de la Torre Eiffel (algo que aprovecho para decir ahora porque es el tipo de cosas que no se repiten en la vida).

En otro orden de cosas, estas fotografías las hice con la cámara de fotos de Alex. A los que tenéis reflex propias, ¿no os parece como utilizar la mano de otra persona en lugar de la vuestra? Lo de usar la cámara de alguien, digo. ¡Qué sensación más extraña, de verdad!

P. S. (Esta vez es en inglés y no es para vosotros): Alex, it’s been a real pleasure meeting you and you can text me drunk whenever you want, time difference is the funniest thing that’s ever happened so early in the morning. (I know, I should be getting my childhood back RIGHT NOW).