El otro día un compañero de trabajo me dijo una cosa muy bonita: «Mi hermana es como tú, que cuando cree en algo, va a por ello»; me pareció el mayor piropo de la historia. He de admitir que en cualquier otro momento de mi vida este comentario no se habría producido, pero hoy cumplo 27 años y la cosa ha cambiado.
Este año para mí ha sido un año de descubrimiento personal, he empezado a convertirme en la persona que quiero ser de mayor (#Madurez 💃💃💃). He redescubierto una serie de valores con los que no sabía me identificaba hasta ahora y que me han hecho crecer como persona. Y no solo porque me hayan enriquecido individualmente, sino porque siento que estoy aportando al mundo. Suena muy cursi, pero me estoy convirtiendo en el cambio que quiero ver en el mundo. (Breve pausa para vomitar arcoíris).
Los tres pilares fundamentales que están cimentando mi nuevo yo son el feminismo, el minimalismo y el ecologismo, (¿Ecofeminimalismo? Algo así), y los he ido descubriendo e interiorizando de distintas maneras: