Petits, no sé si lo sabíais, pero yo antes de ser graciosa, era egobloguera. Y no os estoy hablando de cuando París, que hacía como que lo era porque me sacaba muchas fotos por la capital francesa, no. Estoy hablando de años antes de eso. De un tiempo en el que había días en los que me levantaba y me arreglaba para hacerme fotos por ahí para subirlas al blog. ¿Estamos locos? ¿A dónde me creía yo que iba, POR FAVOR?
Egoblogger
Tengo que confesar una cosa: Tengo dedos de morcilla. Pero unos dedazos que es una cosa loca. Para que os hagáis una idea, tengo que poner sí o sí la pantalla giratoria del móvil para usar el teclado en horizontal porque si no lo mismo te quiero poner perro y te escribo nabo, no sé cómo deciros.
A mí lo que mas me gusta de tener un blog es cuando pongo en ridículo a todos los tíos que conozco y nadie me pega una paliza. O no lo ha hecho todavía, vaya. Bueno, también me gusta un poco cuando me escribe gente que no conozco, o me para gente que sí, para decirme que se ríen mucho con mis posts y mis vídeos. Es muy gratificante eso, sí señor.
Posts nuevos