Inicio Etiquetas Posts etiquetados con "Gimnasio"
Etiqueta:

Gimnasio

Mi vida a.C. (antes del CrossFit)

amor fitnessPetits, ¿os podéis creer que hay desequilibrados por ahí sueltos a los que les gustan las tías en mallas? Más aún: ¿os podéis creer que haya tíos por ahí a los que les guste yo en mallas de deporte? Flipante, lo sé. (Que por cierto, está mi móvil empezando a corregirme flipando por f*llando; como con esperanzas. Ojalá, ¿eh? Ojalá).

Al lío, que he ligado en el gimnasio. Sí, se puede. (Vítores de fondo). Como todavía no sé muy bien cómo ha pasado, os lo voy a contar y analizamos la jugada a ver si tengo la receta para el amor entre mancuernas y estamos aquí como si nada.

0 Comentario
1 FacebookTwitterPinterestEmail

Resulta que hay gente por ahí diciendo que el gimnasio es el sitio donde más se liga después de los bares (en estudios y cosas serias al parecer). Como alguien que puede contar con una mano las veces que ha ligado en un bar (y me sobran muchos dedos) os diré que es mentira. Tal cual. Y ya sabéis que yo siempre soy sincera con vosotros. Esa gente que liga en el gimnasio, ¿qué pasa con ella? Porque, de verdad, si vas al gym a lo que vas (a bajar de peso, a ganarlo, a estilizar, a que se te metan las mallas por el o lo que sea) es prácticamente imposible ligar. (Voy a decir prácticamente porque la esperanza es lo último que se pierde pero… Que yo creo que no y punto).

LAS DIFICULTADES


ligar en el gimnasio

1.- Hay dos tipos de persona que van al gimnasio: los que van, y los que necesitamos ir. Los primeros son los cachitas y las tías buenísimas a los que les gusta hacer ejercicio (para mantenerse cachas y buenorras, obviamente); y los segundos somos los demás, que tú nos ves en el gimnasio y dices «Sí que te hace falta venir, sí» y no añades «gordo de mierda» al final de la frase porque tú también formas parte de ese poco agraciado grupo. (Que yo sé que duele, pero esto es así). Y a los que somos del segundo grupo no nos sienta bien la ropa de deporte. Porque la licra flúor no le queda bien a todo el mundo. Bueno, en general, la ropa fluorescente y ajustadísima no le queda bien a nadie que tenga más grasa que una loncha de pavo. (Y aquí rollos de autoestima y quererse a uno mismo los justos, que vosotros también vais al gimnasio para quemar los bollos. «No, yo voy al gimnasio para sentirme bien». ME LO CREO, TÍA).

6 Comentarios
2 FacebookTwitterPinterestEmail

¿A que así dicho parece que fui el primer día y encima me tiré a uno de los monitores? Bueno pues no, principalmente porque el monitor era como muy pequeñito y yo en chándal pierdo una barbaridad.

En fin, que ayer fui por primera vez al gimnasio, y, chicos, es otro mundo. Llegué un poco antes de las 11 de la mañana. Mi acompañante (porque ya que se había apuntado al mismo que yo pues porqué iba a ir sola el primer día, con la vergüenza que me da, porque en realidad tengo 8 años) llegaba tarde, que igual tenía que haberlo previsto porque yo le quiero pero la puntualidad no es el fuerte de Rodro.
Estaba ahí sola ante el peligro. Y con peligro me refiero a la cafetería que hay al lado de gym, porque yo había desayunado, pero bueno, un algo me habría comido (algo ligerito, el típico chocolate con churros de rigor antes de ir al gimnasio). Al final me decidí a entrar al gimnasio, pero pensé «Le espero en recepción tranquilamente». Fui haciendo avances y 5 minutos después ya estaba en el vestuario escondida. Cuando por fin llegó Ro salí y subimos a las máquinas (cuatro plantas de gimnasio, ahí lo dejo).

La verdad es que no sé qué esperaba encontrar allí así que no sé si me sorprendió ver tanto tío bueno junto. Que, a ver, tíos buenos había, buenos-bonísimos, pero también había chicos en proceso de; chicas (cuatro, aquello era un campo de nabos); hombres mayores, de estos del tipo osito, como muy grandotes y llenos de pelo (que al parecer estaban todos en el vestuario con Ro). Los había que iban de dos en dos, que iban solos y otros que hablaban de depilación. A VER, esto. Que estaba yo haciendo el MiniWOD correspondiente a mi tabla de aquel día con algunos ejercicios de las Fitsters (o sea: zancadas con peso, abdominales y plancha, porque ya que voy al gimnasio voy a dejarme el culo. A dejar el mío y a traerme el de Beyoncé, más concretamente) cuando se acercan dos chicos para hacer sus ejercicios juntos en las colchonetas. Como no había dos seguidas libres y yo estaba un poco en el medio a uno de ellos le pudo la presión:

¿Pero cómo vamos a hacer los abdominales? ¡Si solo hay una colchoneta!
Venga, si hemos compartido una cama cómo no vamos a caber en una colchoneta.

11 Comentarios
1 FacebookTwitterPinterestEmail