TENGO MAMITIS
Puede que me haya pasado toda la mañana viendo Parenthood y Cinco hermanos. En parte es porque ya me he acabado todas las temporadas de Everwood (la mejorcísima serie de la historia) y en parte porque ahora mismo echo mucho de menos a mi familia.
Resulta que ayer fue el cumpleaños del Holandés Errante y sorpresa-sorpresa, su familia ha venido a visitarle. En principio solo iban a venir su hermana y su cuñado, pero al final sus padres también. Y muy bonito todo. Y muy emotivo y muy guapos todos. Porque sí, les he conocido. (Para nada está yendo esto demasiado rápido ¿eh? No). En realidad solo he pasado la tarde-noche con la hermana y su novio, pero bueno, close enough. (Tampoco hay que forzar).
Ella es preciosa y él os juro que parece sacado de un anuncio (creo que podría acostumbrarme a ser la fea de la familia, la verdad). Además son encantadores y se quieren tanto y le quieren tanto a él que… Yo que sé. La mayor parte del tiempo que pasamos juntos se dedicaron a contarme cosas sobre él TAN tiernas que solo podía pensar «Oye, de verdad, no hace falta que me lo vendáis más, si ya estoy saliendo con él ». Pero bueno, bien.
El caso es que entre eso y que ayer mi familia se reunió y se dedicó a mandarnos fotos a mi hermana y a mí por Whatsapp (qué modernos son mis tíos, de verdad) pues me he levantado hoy con una mamitis que te cagas. Y me he puesto a ver las únicas dos series que se me han ocurrido sobre grandes familias. Como la mía. Porque yo también tengo una hermana preciosa y podría pasarme días hablando de todas las cosas maravillosas que hace y todas las trastadas que hemos hecho. Y cuando tenga que volver de París me dará una depresión de morirse pero mi familia estará ahí.