A partir de ahora os podéis dirigir a mí como Su Graciosísima Majestad o Su Alteza Serenísima. Serena poco, así que con lo de graciosísima acertáis seguro. (Igual habría que cambiarlo por Su Modestísima Majestad, eso como vosotros veáis).

Chicos, me estoy coronando, que sepáis que en París me estoy coronando. Y ya no porque haya ido a Disney solo para hacerme fotitos con coronas para ilustrar este post (que sí, que lo he hecho. De hecho esto pasó en septiembre, pero es que NO TENÍA ESTAS FOTOS, y claro), sino por esto otro: