[Todavía estoy escuchando villancicos. Fuck San Valentín!]
Bueno, llega ese momento maravilloso del año en el que las solteras resentidas y los feos del mundo se convierten en portavoces máximos del cinismo y se suben a su pedestal de odio supremo, mirando por encima del hombro a todo aquel que muestre el mínimo interés por el amor y las demostraciones del mismo. Sí, petits, ha llegado San Valentín.