

Como es tradición, el balance del año aquí no se hace el 31 sino el 30 de Diciembre. Con mucho alcohol. Y se brinda y bebe por todas las cosas malas hasta olvidarlas y por todas las buenas hasta que estén suficientemente celebradas. Sinceramente, espero mantener esta tradición hasta que mis mejores amigos y yo seamos viejecitos y tengamos que cambiar la cerveza por zumitos, aunque alguna vez signifique tener que volar desde otro país para hacerlo.














