El otro día salimos a tomar algo y a cenar con unos amigos (primera vez que vamos a un bar en Madrid desde que empezó todo esto, pero ese es otro tema), y uno de ellos dijo lo siguiente: «Voy cada dos meses más o menos a su casa y cada vez que voy Jessi ha movido los muebles y ha ganado metros cuadrados». Y a mí es que me dicen cosas bonitas de mi casa y se me llena el corazoncito, porque solo quiero que la gente venga y esté a gusto y quiera volver. (Que igual no fue bonito-bonito, pero, coño, he hecho un esfuercito por mi casa y alguien que no soy yo se ha dado cuenta del resultado). Así que he pensado que ya podía compartir con vosotras cómo ha quedado el salón y así me podéis decir cosas bonitas vosotras también.
Jessica V.
Llega octubre y con él el tiempo de pelis así como oscuritas de brujas, fantasmas y vampiros. Es así, es como que el clima acompaña, porque lo mismo en agosto, con la calor, pues no te metes igual en el ambientillo. Y claro, esto es un problema, (lo del calor no, lo de las pelis de miedo), porque es que hay gente a la que nos dan miedo de verdad esas películas y lo pasamos mal. Yo, yo en concreto lo paso fatal. Eh, y que sí, que la gente a la que les gusta el terror también pasa miedo, pero le da gustillo pasarlo mal O NO SÉ QUÉ COÑO LE PASARÁ EN LA CABEZA A ESA GENTE PORQUE YO NO LO PUEDO ENTENDER DE VERDAD; o esa gente a las que esas películas no les dan miedo o les hacen gracia, que yo siempre pienso que a ver si esa gente es subnormal y no las está entendiendo. (Esto lo escuché hace años en un monólogo y me representa, si sabéis de quién era, por favor, decídmelo, porque no he vuelto a encontrarlo).
So, petites, hoy hace 10 años que abrí el blog. Bueno, que publiqué la primera entrada. No sé si el blog en sí lo abrí un poco antes. Desde luego la idea estuvo ahí bastantes meses antes, mientras veía los blogs (todavía en blogspot) de todas esas egoblogueras de las que ahora hacen documentales en Amazon (que me quedo muerta con lo de que Riccardo le estuviese haciendo la 3-14 a Chiara, la verdat); y pasaba horas viendo fotografías de las entradas y salidas de la gente en las semanas de la moda (porque lo que son los desfiles a mí meh desde siempre); y las tardes leyendo The Cool Hunter (ahí tenéis de dónde sale mi nombre. Yo solo quería muy fuerte dedicarme a eso, a ser cazadora de tendencias. Me acuerdo de ello y todavía tengo maripositas en el estómago, me fascinaba ese concepto).