Si fuera bloguera de moda os pondría los últimos trapitos que me he comprado (que ya caerán, ya), pero como no, pues ¡hale! Eso que os lleváis.
Como no todo es buscar a tu alma gemela en el súper, una de las otras cosas que más me gustan de hacer la compra (a parte del hecho de que es ir de compras pero sin sentirte culpable porque lo que compras es comida, que es NECESARIA PARA VIVIR. Un poco como los últimos zapatos que me compré pero con una justificación real) es ver lo que compra la gente. En el supermercado al que voy hay cajas de autoservicio, que son las que uso normalmente, pero cuando no lo hago, me encanta imaginarme la vida de esa pobre persona que ha tenido la desgracia de estar delante de mí en la cola: